Ámbar
El ámbar no es una piedra propiamente dicha, sino una resina fósil de árboles prehistóricos que se ha endurecido con el tiempo. Su color varía desde tonos dorados y amarillos hasta naranjas y marrones cálidos. Es muy valorado en joyería por su belleza natural y su ligereza. Espiritualmente, el ámbar se asocia con la protección, la purificación y la energía vital, ayudando a absorber energías negativas y a fomentar el equilibrio emocional.